Por: Ariel Farfan
Como joven miembro Servas, tuve mi primera experiencia de viaje Servas junto a mi familia. Recibimos una cordial invitación de la muy querida pareja, Tere y César. Esta oportunidad única surgió debido a mi participación en la pintura mural, y mi reputación dentro de la comunidad de miembros. Admiraron mi trabajo y me invitaron amablemente a embellecer el depósito de agua de su residencia de Vinhedos-SP, donde me alojé con mi hermano. Durante nuestra visita, nos presentaron los principales lugares culturales de la ciudad y nos concedieron libertad artística para crear un mural inspirado en el paisaje local y en su vida como pareja y como miembros de Servas.
Fue una experiencia inmensamente significativa para mí, tanto profesional como socialmente. Me brindó la oportunidad de adentrarme en la pintura mural en un entorno totalmente nuevo, permitiéndome explorar nuevas vías creativas. En el plano social, colaboré activamente con la familia de Tere y César, participando en los paseos matinales, ayudando a preparar la comida y explorando el centro de São Paulo. Otra parte de mi itinerario social consistió en asistir a reuniones con miembros locales. Esta experiencia de inmersión me enseñó valiosas lecciones sobre la hospitalidad amable. Me encantó la mezcla de encuentros profesionales y sociales que viví.
Además, tuve el privilegio de mostrar a la pareja mi ciudad natal cuando visitaron Alvany, un miembro Servas que inicialmente me conectó con el grupo Servas Brasil. Aquí en Petrolina, nos embarcamos en un viaje memorable a lo largo del río São Francisco, explorando la isla de Massangano, una de las islas más famosas de nuestra región.
Más recientemente, durante un congreso relacionado con mi campo de estudio, me crucé con otro miembro de Servas en Fortaleza-CE. Juntos exploramos la ciudad a través de paseos y experiencias compartidas. Sin embargo, el pináculo de mi viaje fue el Ecocampamento Juvenil Servas Latinoamérica 2023. Al igual que en mi trabajo mural en Vinhedos, tuve la oportunidad de crear un mural en la recepción del campamento. Este emprendimiento artístico sirvió como intercambio de alojamiento para mi familia y resultó ser una experiencia profesional enriquecedora. Significativamente, el taller involucró a miembros de Servas brasileños y extranjeros, fomentando un intercambio dinámico y gratificante donde los participantes de Servas pudieron dejar impresiones físicas y sociales duraderas.
Durante este viaje, también tuve la oportunidad de visitar la Bienal de Artes en São Paulo, donde fui recibida calurosamente por un miembro de Servas. Desde el punto de vista profesional, ambos lugares enriquecieron mis experiencias y estoy profundamente agradecida por todos ellos.
